Justo al comenzar el espectáculo, el público fue transportado visualmente a un mundo inspirado por el yakuza japonés, la infame organización criminal, acompañado por una disciplina samurái gracias a los cuatro bailarines de respaldo. Visuales brillantes en colores neón, arquitectura japonesa tradicional y texto estilizado en caracteres japoneses iluminaron las enormes pantallas LED. Carrión mismo encarnó la estética, comenzando la actuación con un elegante traje negro adornado con intrincados bordados de seda — y un dragón bordado en la parte posterior de su chaqueta. La cohesión temática mostrada en su actuación se extiende a su último álbum Don KBRN, filmado completamente en Japón.

Las sorpresas continuaron durante toda la noche, pero los invitados especiales aportaron un factor “wow” innegable al espectáculo. Las estrellas puertorriqueñas J Quiles y Lenny Tavárez se unieron a Carrión en el escenario para colaboraciones electrizantes, mientras que los raperos Rich the Kid y Ty Dolla $ign mantuvieron al público animado con su interpretación de “Carnival.” Más tarde, Young Miko hizo su gran entrada para interpretar la increíblemente cool “AMG” junto a Carrión — e incluso deleitó a los fanáticos con su propio éxito “Wassup.”

Los cuatro bailarines japoneses fueron un gran punto culminante del espectáculo, encarnando el feroz espíritu Yakuza con trajes elegantes mientras mostraban una increíble habilidad atlética. Desde coreografías inspiradas en peleas estilizadas hasta impresionantes breakdances y saltos mortales, su fuerza y movimientos dinámicos cautivaron al público cada vez que aparecieron, añadiendo una capa emocionante a la actuación de Carrión.

Mientras que la estética japonesa definió gran parte del espectáculo, había energía Y2K entrelazada a lo largo de los visuales. Desde código neón inspirado en The Matrix cayendo por las enormes pantallas hasta pestañas antiguas de Windows apareciendo, estas referencias nostálgicas añadieron otra capa al evento. Sin mencionar los deslumbrantes (y a veces mareantes) efectos luminosos — directamente sacados de un mundo de ciencia ficción como El Quinto Elemento — amplificaron la vibra futurista, haciendo del espectáculo una experiencia audiovisual digna.

Eladio Carrión tomó momentos durante la noche para conectar directamente con el público, agradeciéndoles por su apoyo y recordando su trayectoria desde su álbum debut, Sauce Boyz (2020). En un momento dado, incluso dio un emotivo saludo a sus padres, quienes estaban presentes, incluida su madre, Sol María, quien inspiró su álbum de 2024 del mismo nombre.

Hacia el final del espectáculo, Eladio se detuvo para reflexionar sobre la cultura moderna de conciertos, pidiendo a los fanáticos que guardaran sus teléfonos y se sumergieran completamente en el momento. Para enfatizar este punto, interpretó “Eladio Carrión: Bzrp Music Session, Vol. 40” dos veces — una vez con teléfonos afuera y otra vez con pura participación del público. La energía durante la versión sin teléfonos fue inigualable, con el público saltando, levantando las manos y haciendo mosh como si fuera un nostálgico regreso a los días anteriores a los teléfonos inteligentes.