Fátima Bosch está aprendiendo que pesada es la cabeza que lleva la corona.

Solo dos semanas después de que la ex Miss México fue coronada Miss Universo en la ceremonia del 21 de noviembre, ella rechazó las especulaciones de que su victoria—que llegó poco después de que el ejecutivo Nawat Itsaragrisil la llamara “tonta” en un enfrentamiento viral—fue manipulada.

“Por supuesto que no,” razonó Bosch cuando se le preguntó si su momento viral tenía algo que ver con su victoria en una entrevista en Good Morning America el 2 de diciembre. “Hice el mismo esfuerzo que todas las participantes del certamen [contestants].”

Y cuando se le presentaron los comentarios hechos por el juez Omar Harfouch—quien renunció tras alegar que hubo una “votación secreta” y la llamó “ganadora falsa”—la joven de 25 años insinuó que él estaba buscando atención.

“Si quería más seguidores en Instagram,” dijo. “Debería entrar a un programa, tal vez un programa de televisión.”

En cuanto a la sugerencia de Harfouch de que había “vínculos comerciales” entre el co-propietario de Miss Universo Raúl Rocha y el padre de Bosch, la ganadora del certamen negó rotundamente la afirmación.